jueves, 21 de mayo de 2009
La Verga de Dios
Pregunté a Campoelías: "Si en la cúspide de la verga de Dios los jovenes deben probar su hombría, ¿en dónde se hacen mujeres las jóvenes?". Campoelías contestó: "En donde les toque. A ellas la sangre les anuncia el cuándo. No necesitan de tanto teatro como los hombres."
Un sabio árabe dijo que "... el campo de batalla es el tablero y nosotros somos las piezas. Los dioses juegan sobre las nubes.".
Recuerdo todas las batallas, que no han sido mías, que me lega la literatura. Recuerdo algunos de los personajes que he interpretado en las tablas (Hector Hushabye, Ludwig Wittgenstein, Walter Colt, Fileno, Zampoña) y ansío todos los roles que aun no he interpretado en la vida (ladrón de arte, Hitman, amante de 100 mujeres, campesino).
No he escalado un Wualkalá; no he padecido una luna entera de hambre; desconozco qué Dios mueve esta ficha de carne y cuál será el rol que mañana vestirá mi banalidad. Pero se que de todos los roles que el destino me depara uno me es más caro que el resto: ser quien descienda a la Vagina de la Diosa para permanecer una luna saciando su apetito.
martes, 19 de mayo de 2009
Ismos
viernes, 15 de mayo de 2009
Los nuevos Test
jueves, 14 de mayo de 2009
Sobre The Martian Chronicles
lunes, 11 de mayo de 2009
Cataclismo
La palabra prefigura un horror capaz de aniquilar de forma absoluta. La causa varía: un diluvio universal, la explosión de un volcán, un terremoto continental, la caída a la tierra de un cuerpo celeste, etc. Entre todas las causas que la tradición enumera una de ellas es ejemplar, aquella generada por la propia humanidad, cuyos intentos no han sido pocos. En las páginas del libro incesante, que es la literatura, varios han sido los intentos de aniquilación del hombre: los horrores de todas las batallas finales de todas las mitologías (Ragnarok, Armagedon, etc.), los horrores venidos del espacio que amenazan con erradicar la vida humana (La Guerra de los Mundos, V la Batalla Final, Tropas del Espacio, etc.), los horrores venidos del bosque o de la gruta distante, en donde se gestan ejércitos invencibles (El Señor de los Anillos, Crónicas de Narnia, La Historia sin Fin, etc.), las décadas de un genocidio en vilo que la historia llamó Guerra Fría. Este último quizá nos toque de manera reverencial debido a su cercanía en el tiempo y en el espacio: imagino una bomba atómica (nunca he visto una) e imagino su nube devastadora arrasando las montañas que circundan a Cali. Tal horror es merecedor de reprobación. Para un dios que desea hacer arte con el mundo, es sublimidad.